Esta semana en elpais.es encontramos una noticia interesante sobre el golpe de Estado que se llevó a cabo en junio en Centroamérica, he aquí una opinión:
El apoyo que tanto esperaba Zelaya ha llegado por parte de la OEA, sin embargo creo que llega demasiado tarde, aunque la Organización de los Estados Americanos no reconozcan al victorioso de las próximas elecciones del 29 de noviembre ¿qué hará Zelaya todo este tiempo? Pasará a ser una página más de Honduras, difícil que regrese al poder, ¿por qué el pueblo no puede deponer a un presidente? Empeñado en seguir en el poder se encuentra Zelaya, sin embargo no se pone a pensar en el temor de los ciudadanos al toparse con un mandatario que posiblemente se convertiría en un nuevo Chávez.
Y siendo sinceros ¿a quién le interesa lo que opine Zelaya si hoy no es lo que un día fue? Llega tarde el apoyo que por mucho tiempo ha esperado, el único interesado en ser mediador fue Costa Rica y aún así logro poco en las negociaciones que se llevaron a cabo las semanas pasadas.
Hasta el cuarto intento Zelaya ha sido escuchado ¿cuánto tiempo más tendrá que esperar para que las acciones por parte de la OEA empiecen? Hay cooperación por parte de Micheletti quien ha mencionado repetidas veces estar dispuesto a dejar el cargo con tal de que Zelaya no regrese al poder.
Zelaya espera con paciencia que Estados Unidos tome cartas en el asunto, sin embargo los intereses del país del Norte no están en Centroamérica.
Definitivamente Zelaya no regresará al poder, mucho menos lo apoyará Estados Unidos cuando no le interesa tener un aliado más de la izquierda democrática en América Latina, ¿cómo lo va a apoyar si antes de ser derrocado era íntimo amigo de Chávez? Hay relaciones que Estados Unidos evitará a toda costa
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